Es cierto que ese 8% de participantes que acaba el curso suena descorazonador. Pero pensemos la alternativa, los cursos clásicos en los que los profesores participamos para conseguir unos puntos para traslados y sexenios. Los acabamos todos, pero… ¿aprendemos algo útil para nuestros alumnos?¿Los disfrutamos?¿Hay un antes y un después de ellos?
Participé en el MOOC Gamification de Coursera. Los contenidos me parecieron interesantes, claro, por eso me apunté. Pero la sorpresa fue disfrutar, sin querer, de un curso conectivista. Para mí, hubo un punto epifánico en la experiencias: http://cloudthinking.wordpress.com/2013/04/23/lo-que-aprendi-de-coursera/
Así que, en mi opinión, los MOOC, bien planteados, pueden ser un éxito absoluto independientemente del número de personas que decidan (o puedan) terminarlo.